viernes, 14 de noviembre de 2008

Tristeza de un triple “A”

Va solo, en la calle ve gente pasar, y no las conoce, pero las observa, su manera de caminar, de gesticular mientras hablan, su vestimenta…Él no conoce a nadie.

Su hija se acaba de ir y el apartamento está vacío. 60 personas invitadas, llegan 25. La mayoría desconocidos. El alcohol levanta los ánimos e incita a la risa, pero al final, no son sus amigos. La noche termina y de uno en uno, de dos en tres, la gente se va. Queda él, solo, en el apartamento vacío. Va al computador, escribe un e-mail, se lo manda a su hija. Su firma es AAA. “Enviar”. Soledad lo invade.

Tristeza está presente.

-2006-

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